La razón principal que anima los Elegidos a instalar un radar pedagógico en su municipio es sensibilizar los automovilistas a sus velocidades cuando están conduciendo. Específicamente en los lugares donde sus velocidades parecen superiores a la limitación en vigor.
Las colectividades tienen también otras motivaciones para poner un radar pedagógico:
- Satisfacer una demanda puntual de los residentes que exprimen un sentido de inseguridad vial
- Asegurar un lugar específico para anticipar un accidente potencial, particularmente alrededor de las zonas escolares
- Reducir la velocidad de los automovilistas usando una acción pedagógica y no represiva
- Recoger las estadísticas de tráfico (velocidades medias, máximas, cuantidad de vehículos, etc.) para proponer acciones específicas relacionadas con la seguridad vial o la habilitación de las carreteras
- Resolver los problemas relacionados con los accidentes o el perjuicio sonoro
El radar pedagógico permite responder a tres objetivos relacionados entre ellos:
- Hacer respetar las limitaciones de velocidad en las zonas confrontadas con inseguridad vial
- Establecer un vínculo entre la reglamentación local y el comportamiento de los usuarios de las carreteras. Por ejemplo, el radar anuncia «ZONA ESCOLAR», el conductor toma conciencia del riesgo a proximidad y adapta su velocidad
- Luchar contra la reducción de vigilancia de los conductores con una estimulación visual (radar visible de lejos, parpadeo de la velocidad, símbolo de advertencia, visualización de mensaje de alerta)